La casa del lago

Un hombre y una mujer mantienen correspondencia, con la peculiaridad que están separados en el tiempo por dos años. Él vive en el año 2004 y ella en el año 2006, pero gracias a un buzón mágico pueden mantener una relación epistolar en tiempo real. Ambos están (o se sienten) solos en la vida e inician una relación por carta a raíz de haber vivido en la misma casa. El buzón de la casa del lago es como un nexo de unión entre las dos épocas, los dos tiempos. El amor a distancia surgirá entre la pareja pero pensarán que jamás lograrán verse. Pero el hecho de que vivan en tiempos distintos no será un impedimento para puedan encontrarse en algunos momentos.Como protagonistas, el primer trabajo del argentino Alejando Agresti cuenta con las interpretaciones de Sandra Bullock y Keanu Reeves, la mítica pareja de Speed que aquí vuelve a serlo. La casa del lago es el remake americano de una película de Corea del Sur (Il Mare) estrenada en el año 2000. De ahí que el ritmo de la cinta sea tan pausado, y que quizás baje la tensión de la película hacia la mitad.Pero para disfrutar de la película hay que dejar los prejuicios y la lógica a un lado por lo irreal de la situación. La película nos invita a dejar de ser nosotros mismos por un momento y a imaginar una vida mejor. Nos invita a dejarnos llevar por los sueños, a no conformarnos con una vida cómoda cuando podemos tener otra mejor.La protagonista, Kate Foster (Sandra Bullock), mantiene una relación formal con el que parece el compañero ideal pero no está conforme con su vida. Paradójicamente, a pesar de estar separados en el tiempo, junto a Alex, (Keanu Reeves), Kate consigue disfrutar de un amor pleno.La protagonista se pregunta: ¿qué pasa si vives toda una vida y nadie te espera? La película nos enseña que vale la pena esperar por amor, por un amor auténtico y plantea el dilema entre renunciar al verdadero amor por una vida con menos complicaciones o hacer todo lo posible para mantenerlo. El eterno dilema entre renunciar o luchar por el verdadero amor, por difícil que sea.La historia está bastante bien construida, los dos tiempos de la narración están bien entrelazados y me parece se justifican los momentos en los que la pareja consigue coincidir en el tiempo gracias a la casualidad o al destino. Otro aspecto destacable es la cuidada fotografía de la película, la estética de las imágenes es impecable. Pero quizá serán los más románticos los que disfruten más de esta historia, que aunque no deja de ser previsible, no es exagerado tener pañuelos del papel al lado por si llega a desbordarse la emoción contenida.